Distancias

Posted in Poemario on 8 septiembre, 2012 by Sergio

Me dijiste “acércate”…

y la a sonó

como un aullido;

la primera c me supo

a tu corazón;

la é, la primera,

con su tilde bailando

sobre su lomo,

se presentó ebria;

la r fue roja,

ensangrentada…

la segunda c quiso ser

la calma de este mar

que, ahora, nos ahoga;

la a, la segunda,

adoptó la forma

de aquel abrazo;

y la e, la última,

se empeñó en ser

la esperanza.

 

Me dijiste “aléjate”…

y la a dejó de ser aullido

para tornarse en angustia;

la l sonó como

el llanto de un niño asustado;

la e, con su tilde

acariciando su espalda,

se tornó evasiva y escurridiza;

la j fue como

una jauría de palabras mudas;

la segunda a quiso

abrir las puertas del infierno;

la t solo pudo

querer tenerte a su lado;

y la e, que salió de tu boca

cabalgando el último aliento,

pretendió evaporarse,

dejándome a solas

con tu ausencia.

 

Sergio Cernadas

Corcubión, 8 de setembro de 2012

Glup!

Posted in Poemario on 25 agosto, 2012 by Sergio

Olvidar es para los peces…

Siempre pienso en ellos,

en esos pobres olvidadizos,

que poseen tantas vidas

como segundos dura

su débil memoria.

Pienso también

en lo afortunados que son,

en la facilidad con la que

superan sus propios errores.

 

Ahora pienso en mi,

en mi pobre y única vida,

que discurre en un presente

que siempre se nos escapa,

en un futuro

que no existe,

y en un pasado

que nos traiciona una y otra vez,

y del que no podemos deshacernos.

 

En un ligero movimiento,

mi aliento se posa en tu nuca,

acaricia el dorso de tu cuello,

alcanza el interior de tu oído y,

en un suspiro,

te dice que te quiere.

 

No necesito estar a tu lado

para quererte.

No me hace falta tocarte

para quererte.

No exijo tu presencia

para quererte.

Tampoco tu risa,

ni tu deliciosa mirada,

ni tus besos

ni tus llantos

ni tus caricias.

 

Me conformo, sí,

con bucear entre los recuerdos

que nos unen,

mientras los peces que guían

mi viaje por las profundidades

de la memoria,

entre su glup!, glup!,

entre sus infinitos olvidos,

buscan despiadadamente

mi amnesia,

mi devenir-pez,

mi devenir-olvido,

mi devenir-olvidarte.

 

En un movimiento,

esta vez torpe,

mi aliento se posa en tu nuca,

desliza sus escamas por el dorso de tu cuello,

alcanza torpemente el interior de tu oído y,

en un sollozo…

glup!, glup!

 

Sergio Cernadas

A Coruña, 24 de maio de 2012

Sopa de Ganso…

Posted in Cinema on 19 agosto, 2012 by Sergio

Fragmento do filme Sopa de Ganso, dos «Marx Brothers»…

«[…] ¿Sí? ¿Y hasta qué hora los tiene abiertos? […] Es un concepto bastante amplio… y usted también es bastante amplia. Será mejor que se largue, he oído que van a construir unas oficinas donde está usted. Se puede ir en taxi; si no consigue uno se puede ir indignada; y si es pronto váyase dentro de un minuto. ¿Sabe que no ha dejado de hablar desde que he llegado? La habrán vacunado con la aguja de un tocadiscos […]»

Papeles

Posted in Poemario on 5 junio, 2012 by Sergio

La memoria es

un gran edificio en ruinas.

Respiramos sin cesar

su falta de consistencia.

Nos dejamos herir

por su astillada superficie.

Cada nuevo aliento,

un nuevo arañazo…

y nuestra alma en llamas,

y nuestra alma que llora,

y nuestra alma que cruje

y se desgasta

y perece.

 

Únicamente papeles mojados,

escritos con la torpe pluma del recuerdo,

inconclusos,

adulterados,

distorsionados y

reescritos una y otra vez

con el suave cuchillo de la imaginación.

 

El alma del mundo sangra,

destilando así la soledad

de unos hombres

que buscan refugio en el olvido

de unos peces

celosos de su preciada amnesia.

Sergio Cernadas

A Coruña, 5 de xuño de 2012

Entrevista a Clarice Lispector

Posted in Literatura on 23 May, 2012 by Sergio

«Habrá un año en que habrá un mes en que habrá una semana en que habrá un día en que habrá una hora en que habrá un minuto en que habrá un segundo y, dentro del segundo, habrá el no tiempo sagrado de la muerte transfigurada»

Cansar

Posted in Poemario on 20 May, 2012 by Sergio

No sé qué le hice al cansancio,

pero resulta que ya estoy

cansado

de su cansar.

Porque el cansancio

también cansa.

 

Añoro el reposo,

el frescor que caracteriza

toda falta de cansancio.

Lo que ocurre

es que él mismo

no se cansa,

haciendo la vida imposible

a todos aquellos

que sí lo hacemos.

 

Persecución sin fin.

Él aparece al final

de cada esfuerzo,

de cada empeño,

de cada derrota.

Aparece también en medio

de cada sudor,

de cada desaliento,

de cada desidia,

de mi desidia.

 

Oh, cansancio,

tú que revelas

nuestros límites,

tú que evidencias

nuestra debilidad,

la escasez de

nuestras fuerzas…

Dime,

¿qué será de nosotros cuando

desfallezcas?

Sergio Cernadas

Corcubión, 20 de maio de 2012

Inarticulación

Posted in Poemario on 20 May, 2012 by Sergio

Es el silencio del mundo

el más ruidoso de los silencios.

En virtud de su inarticulación,

de su ausencia de voz,

nos recuerda que él seguirá aquí

cuando los hombres malos

ya no habitemos este suelo.

 

Una mesa de piedra robusta.

Dos o tres casas que contienen

la ruina que algún día serán.

Una multitud de árboles

que no me escuchan.

La silueta de una montaña

que se aleja en el horizonte.

 

El silencio ruidoso del mundo

me rodea,

me cerca,

me oprime.

Mi “pensar” pide una tregua,

y formula su última pregunta

antes de abandonarme

para siempre…

 

¿Estarán los árboles aguardando

nuestra extinción,

nuestro exterminio,

para empezar a hablar,

revelando así el secreto del mundo?

Sergio Cernadas

Corcubión, 19 de maio de 2012

Fragilidad

Posted in Poemario on 18 May, 2012 by Sergio

Soy quien visita tus infiernos,

ese que aviva el fuego fatuo

que decora los pasadizos

de tu mundo interior.

Aquí se está al calor.

Aquí todo es hermoso.

Aquí, donde toda compañía es imposible.

 

Pero, ¿quién la necesita?

Al menos, no

el que regenta tu caverna,

esa guarida en la que reposan

tus miedos

y tus deseos más profundos,

esos que sólo yo conozco

y que revelo en tus sueños.

 

Soy tus desengaños,

tus desilusiones

y tus debilidades.

Mientras me quede aliento,

te haré saber que también

soy tu vida.

Que lo que hay fuera es,

la mayor de las veces,

un simple consuelo.

Que debes enfrentarte a mí,

y que siempre gano,

no la batalla,

sino la guerra.

 

Como administrador de tu tormento,

te digo que la vida consiste

en el mismo infierno que eres,

y que el final será tu descanso…

y el mío.

 

Alcohólico del mal,

advierto lo fatigoso de la tarea,

y te digo que tu felicidad

es mi quietud.

 

Ahora decidme,

hombres que habitáis el mundo:

¿de dónde proviene vuestra fragilidad?

Si supierais que es ella

la que nutre la sangre

que corre por mis venas,

¿no tratarías,

en este mismo instante,

de daros muerte?

Sergio Cernadas

Corcubión, 18 de maio de 2012

Entre

Posted in Poemario on 18 May, 2012 by Sergio

Mi corazón registra

una bajada de las temperaturas,

un enfriamiento cósmico.

 

Ni siquiera los rayos de sol

que golpean ahora mi cuerpo

consiguen arrancarme de la nevera

en la que parece habitar nuestro mundo.

 

Los perfiles de las nubes

que surcan este cielo azul

evocan ese abrazo que no te di,

ese beso que no te regalé,

esa caricia que se perdió

en la eternidad de un adiós

que nunca tuvo lugar.

 

Mi vida transcurre

en el entre

de las decisiones que no quiero tomar,

en el entre

de las cosas que no quiero hacer,

en el entre

de un ritmo que no quiero seguir.

 

El pulso de la existencia,

de ese milagro (que somos),

solo se deja sentir en ese enigmático lugar

que mora entre las cosas,

en ese tiempo incontable

que abraza aquello que merece la pena.

 

Exculpa mis carencias,

y mi falta y mi vacío…

Ayúdame,

con una pizca

de ese cariño que (sé que) nos une,

a ahogar la estupidez y,

de paso,

decirle a la distancia,

a la fría y distante distancia,

que somos muy fuertes.

 

Pienso en ti.

Estás conmigo.

En mí.

Entre las cosas y los seres.

Donde vive aquello

que importa.

 

Sergio Cernadas

Corcubión, 18 de maio de 2012

Sinestesia

Posted in Poemario on 11 May, 2012 by Sergio

Recorro con mis manos tu mirada (verde).

Escucho tus caricias.

Respiro, respiro hondo,

y siento los contornos que dibuja tu espalda.

Con mis pupilas, puedo ver

tu aliento agitado, jadeante…

En mi pequeño viaje,

saboreo la forma en que me abraza

tu cuerpo (púrpura).

Los surcos que el paso del tiempo

ha tallado en las palmas de mis manos,

advierten el latir de tu corazón (rojo).

Cierro los ojos, y la oscuridad

que nos rodea me susurra:

«cabalga las tinieblas,

paladea el modo en que te envuelve

su brisa (azul),

y no cedas ante la expectativa

de la (blanca) claridad».

Sergio Cernadas

A Coruña, 7 de marzo de 2012